sábado, 19 de junio de 2010

JUGANDO AL TRUCO

¿Qué pasa cuando uno trata de ver la vida como un juego? Empieza a imaginarse, jugar al poker sería demasiado arriesgado, apostar por apostar, o jugar solo para no conseguir nunca un poker de ases. Jugar al dominó, sería aferrarse demasiado a la, siempre tan insoportable presencia, de la dependencia, de qe si una ficha se cae, posiblemente todas las de atrás lo hagan con ella; y asi simplemente terminar perdiendo, cuando sabemos qe alguien bien dijo qe "un tropezon no es caida". Jugar a la "casita robada", sería romper con el principio de propiedad privada, sería jugar a ver qué le saco al otro para ganar y cuanto mas tenga para mi mejor.
Y si jugamos al truco, la cosa parece ponerse divertida (y no porqe sea el juego qe suele divertirme todas las vacaciones, con mis hermanos, o con mis amigas..). No sé si divertida seria la palabra qe definiria la cuestion, la cosa es qe la vida empezaría a parecerse mucho mas a este juego. Nos dan las cartas, y ahi vamos.. a jugar.
Las cartas condicionan todo, las cartas serian algo asi como con lo qe podemos dar pasos, seguir... y apostar a ganar.
Entonces uno puede disimular su inestabilidad ánimica, uno puede disimular como se siente, y hacerle creer al otro (sea quien sea el otro) que tiene 30 puntos de oro, y un gran macho de espada. Y probablemente en la mitad de la jugada pueda notarse nuestra vulnerabilidad, o quizas, con algo mas de suerte, podamos hacer qe se retire sin desafiarnos un poco mas.
Y asi similar nos pasa, cuantas veces mostramos lo felices y estables qe nos encontramos, y en realidad no tenemos mas qe un cuatro, un seis y alguna carta negra... entonces, de a poco.. quizas con un poco de charla, sale a la luz nuestra vulnerabilidad, y cuan debiles podemos encontrarnos ante ciertas circunstancias...
Otras veces, podemos tener la suerte de estar "cargados", y cantar truco, vale cuatro... jugarnos todo por ganar esa mano, seguros de qe nada ni nadie puede con nosotros.. esa seguridad a veces suele hasta jugarnos en contra... cantamos "vale cuatro" a los gritos, con esa sonrisa picarona de saber qe estamos con todas las de ganar... y podemos sorprendernos, y dejar la carta en la mesa... con la mirada fija en esa carta "salvadora" y ver del otro lado.. esa carta, la UNICA qe podia ganarnos.. ahi, justo en la mano del otro.
Ahora, podemos jugar de a dos, a veces de a tres.. pero otras veces.. estamos solos, jugando contra esto qe no podemos definir bien, si desafios, si pruebas... pero jugando al fin, no?
La pregunta es... ¿qué qeremos ganar?