martes, 16 de agosto de 2011

39 años.

Probablemente hoy la frase tan repetida "tantas gracias recibidas" hoy toma un sentido mucho más claro, y quizás hasta con contenido más numerable.
Hace cuatro años empezaba la odisea, quizás no de conocer a Jesús, pero sí de reconocerlo, y descubrirlo. De descubrir a un Dios cercano, qe me amaba de una manera particular y especial. Descubrir a un Jesús Hermano que me proponía un estilo de vida, un desafío nuevo.
Comenzaba el peregrinar a dónde nunca hubiera imaginado, una vida llena de nuevos comienzos, de muchos regalos, de muchas personas, de muchos cambios, pero de una sola Cruz.
La cruz de Jesús que decidía hacerla mía, una cruz que significaba mucho más que simplemente dos maderos, una cruz que vencía, una cruz totalmente superadora, una cruz que sin duda, cambiaba mi mirada.
Entonces así como si nada, me encontré con los Peregrinos, esos locos por Jesús, esos que buscaban gente sólo para que otros conocieran la Vida. Y sin duda, ellos poco a poco lograron ser mi puente mas claro, y directo hacia mi vida con Jesús.
El Movimiento me demostró que ser felices, era la decisión que debía fundar nuestra vida, pero para eso había que agarrarse fuerte de Dios.
Conocí el Soplo del Espíritu, el abrazo de María, el Camino en Comunidad, la alegría silenciosa, cansancio valedero, la Vida sin recovecos, la Amistad fundada en Jesús, la Verdad sin límites.
En todo este tiempo, conocí muchas personas, pero sin duda me animé a intentar cada dia conocer más a Jesús, tuve muchos buenos momentos, muchísimos... Pero sin duda, descubrí a Dios en los más difíciles, cuando las decisiones significaban mucho más que perder tiempo de estudio, o no volver a casa por muchas horas...
Con mucha alegría puedo decir que descubrí la Iglesia, y que me descubrí como parte de ella. Puedo decir que sin duda aprendí lo que era ser juzgada, perseguida, sólo por tratar de seguir a Jesús.
Con más alegría confirmo que tuve la dicha de conocer al Vlady, el Santo que Dios nos regaló. Puedo decir que en él vi reflejado a Dios, y que su ejemplo de lucha, y de vida de virtuosa, ha inspirado a muchos, incluida.
Muy convencida digo que mi mayor alegría en todo este tiempo, ha sido poder descubrir que Dios me ama, y que también ama al Movimiento. Mi mayor alegría en mi vida, ha sido encontrarme con Jesús, y poder sentirlo amigo, y vivir de mi convicción.
Mi única y mejor certeza es saber que Dios existe, aunque a veces sólo encuentre silencio, aunque en las personas sólo encuentre indiferencia.
He descubierto en tantos años que si logro mantener mi mirada fija en la Cruz, quizás algún día logre esa Sant¡dad tan deseada.
Gracias a Dios por regalarme la gracia de poder pertenecer al Movimiento, Gracias a Dios por regalarme la dicha de comprender muchas cosas, y darme la fortaleza para Permanecer.


!Felices 39 años Movimiento Juvenil Peregrinos!