jueves, 10 de febrero de 2011

Tengo que dejar de jugar con la cabeza. Tengo que dejar de usar mi imaginación para ser hipótesis alejadas de lo que podría llegar a pasarme, a dónde podría llegar a terminar...
Llega el momento de dejar, de abandonar, de ver cómo esa fuerza superior actúa. Es momento de mirar un poco atrás, de llorar quizás un poco, de reír bastante, de preguntar, de no encontrar muchas respuestas, pero arriesgarme a dar el salto al vacío. Llega el momento de que no tengo que asustarme (aunque de todas formas lo considere válido).
Debo comenzar por re-acomodar muchas cosas, seguir por contemplarlas, y después de eso, SALTAR. O por lo menos empezar a tomar envión.
No tengo muchas certezas, sólo una.... que no estoy sola.
No tengo muchas respuestas, sólo una... Si.
No tengo tanta claridad, sólo puedo mirar un poco más allá... o no tanto más acá.

Sólo me queda la tranquilidad de saberme totalmente dispuesta, con miedo, con tranquilidad, con incertidumbres, con nostalgia, con lo que sea...


1 comentario:

Breviario de Podredumbre: dijo...

Uno Siempre teme a que llegue el momento en que nos planteamos miles de cosas como vos ahora.
Es parte del juego de la vida. Uno va creciendo y se va replanteando cosas permanentemente.
Me gustaría ayudarte, acompañarte, pero como sabemos, solo somos amigos desde acá.
Suerte y dale para adelante!